En accidentes de carretera en los que en el momento del rescate esté expuesto a diversos peligros (explosiones, desplomes, astillas y contacto con productos químicos)
En incendios estructurales en presencia de temperaturas extremadamente altas, caída de escombros y mala visibilidad.
En incendios al aire libre en presencia de temperaturas extremas, fenómenos de calor radiante y materiales potencialmente explosivos o cáusticos.